Comidas que matan

viernes, agosto 29, 2014

Uno va por la vida tratando de satisfacer sus necesidades fisiológicas entre ellas comer, y si de paso se puede dar el lujo de comer bien, pues mejor.

Pero en la actualidad uno debe tener cuidado con lo que come. O al menos yo debo hacerlo, pues tener 32 años implica que tu cuerpo ya no va a procesar lo que le hagas tan rápido como lo hace 10 años. Y entre esas cosas no va a procesar la comida como lo hacía 10 años.

En mi experiencia personal, he resultado ahora intolerante a la lactosa y además con tendencia a enfermarme de gastroenteritis; tengo gota (ese dolor que te da en las articulaciones por tener el ácido úrico alto) y tengo principios de hipoglicemia. Y para todas esas bellezas de enfermedades lo único que me las puede calmar, es la dieta. Y por dieta significa privarme de los placeres de la alimentación.

Cuando me diagnosticaron todas esas cosas me mandaron una dieta para la gota, una dieta para la hipoglicemia y una dieta para el sobrepeso. El sobrepeso era lo que menos me importaba controlar (total a los 30 es más normal que tengas barriga a que no tengas) y con la dieta para bajar el ácido úrico pude hacer algo. Pero con la dieta para la hipoglicemia que me pide controlar la ingesta de carbohidratos, puedo a ratos. Lo siento por los doctores y lo siento por mi cuerpo pero uno de mis alimentos favoritos es el pan. Y el pan integral no remplaza realmente a todas las variedades de pan que puedes consumir.

Pero volvamos a la dieta contra el ácido úrico que es la que me está jorobando la existencia. Y es que después de 9 meses de solo poder consumir carnes blancas (léase, pollo y pescado, aunque no estoy seguro por la de cerdo), y tener que privarme de la carne de res, del atún, de los camarones, de la espinaca, de los champiñones y otras comidas que me pueden afectar, ¡me mamé!

Esta semana he comido carne de res como 3 veces y no saben lo bien que me he sentido a nivel de placer. De la salud aún no estoy tan grave, pero si me comienzan las dolencias de nuevo me tocará volver a la dieta. Lo paradójico también, es que la gota suele ocurrirles a los grandes consumidores de alcohol y yo les diré que no lo soy. En promedio consumo licor una vez cada 15 días y eso no es tan frecuente como otras personas que conozco. Y sé que a largo plazo voy a estar jodido por no haber querido hacer dieta y tener en mi genética propensión a hipertensión y diabetes, pero como dice aquel chiste del tipo que quiere vivir 100 años, a lo que el médico le pregunta que si fuma, que si bebe, que si es mujeriégo y que si le gusta el juego; a lo que el tipo responde que nada de eso, por lo que finalmente el médico pregunta que para qué carajos quiere entonces llegar a los 100 años.

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