Recientemente han habido noticias tristes en torno a los anumales en zoológicos: primero, una persona con problemas mentales se lanza a la jaula de los leones en Chile con una nota en el bolsillo donde se cree un mesías o algo así, intentando replicar lo escrito en la Biblia con el profeta Daniel, y como resultado los 2 leones terminan muertos en un intento por salvarle la vida al tipo; en segundo lugar, un gorila lomo plateado, especie en peligro de extinción, resulta asesinado luego de que por un descuido de los padres de un niño, este termina dentro de la jaula del gorila a lo que el animal responde agarrándolo y zarandeándolo por la jaula aunque sin hacer un daño evidente al niño.
Ya que cualquier noticia que cause sensación termina inevitablemente en las redes sociales dándole voz a todo el mundo, los comentarios más frecuentes en el caso del tipo con los leones fueron del tipo "debieron dejarlo morir" y "los leones no tenían la culpa". En primer lugar, creo que ninguno de los que opinan de esa manera ha sufrido una enfermedad mental o tienen algún familiar que la sufra por lo que nunca comprenderán que se siente. Lo chistoso del asunto es que en el caso del niño los comentarios no son los mismos. Acá la culpa recae sobre los padres, y es más chistoso aún que quienes más se enardecen por la situación ¡son los que no tienen hijos!
Y eso demuestra la hipocresía de esta sociedad. Nadie piensa antes de hablar o escribir. Todos juzgan y nadie se pone en los zapatos de los demás. Y no se limita solo a los casos mencionados sino ante cualquier situación que altera el orden establecido o que trastoca las creencias arraigadas en la cabecita de cada quien.
Salen en defensa de los animales cuando pasa algo como esto pero el resto del tiempo uno no los ve como activistas defendiendo los derechos de estos. Dicen que están en contra de la tauromaquia pero a la hora de almorzar piden el churrasco más grande o la hamburguesa más apetitosa. Dicen que defienden a los animales pero les importa un carajo las personas. De hecho no les importa nadie, salvo ellos mismos o un núcleo familiar muy pequeño, y a veces no les importa ni ellos mismos viéndolos incurrir en conductas autodestructivas.
En el caso del niño, la gota que derramo el vaso fue el anuncio de Anonymous "declarándole la guerra" a la familia del niño que cayó en la jaula.
Empatía mi gente, empatía. ¿Y qué si es su hermano, padre o hijo que tiene problemas mentales y se lanza a la jaula de los leones? ¿Dirá con la misma facilidad que dejen que lo maten los animales? ¿Quién es el animal? ¿Y si su hijo cayera en la jaula del gorila por la razón que fuere? ¿Se quedará a esperar a ver si el gorila lo mata o no?