Los "beneficios" de las entidades financieras

viernes, abril 28, 2017

¡Ay! Las entidades financieras...  A veces te sacan de apuros, a veces te meten en apuros o simplemente, como hoy, te hacen reir.

Resulta que hace unas semanas y por recomendación de un profesor, decidí amenazar con cancelar mi tarjeta de crédito American Express para que me dieran beneficios sobre ella, pero después de aproximadamente 8 años de ser cliente de ellos, lo único que me ofrecieron fue bajarme la cuota de manejo a la mitad.

Sinceramente no era lo que esperaba. Esperaba que me eximieran de cuota de manejo, después de todo uso mucho esa tarjeta, aunque por supuesto tiene sus limitaciones ya que no la reciben en todos los comercios. Por supuesto solicité su cancelación (no sin antes pasar por muchas penurias) y para suplir esta tarjeta, decidí sacar una tarjeta en otro banco.

Antes de cancelar la tarjeta volvieron a recalcarme "los beneficios" de que siguiera con ellos, pero insistían en no eximirme de la cuota de manejo, pero sus beneficios no difieren de lo que ofrece el otro banco. En fin.

En este nuevo Banco, del que ya había sido cliente, y en el que llevo 2 meses con nueva actividad me llaman hoy a recalcar mi buen comportamiento y a ofrecerme una compra de cartera con una tasa excepcional.

- Bueno (entre risas), hace 2 meses hice una compra de cartera con USTEDES. Si me hubiesen llamado antes hubiese aceptado.

Posteriormente, después de almuerzo para ser más exactos, me llaman nuevamente de este banco y yo asumo que me llaman para hablarme de los beneficios de su compra de cartera pero me resultan con una mejor:

Asesora: Buenas tardes, habla con XXXXX de Banco XXXXXXXXXX
Yo: Buenas tardes
Asesora: Nos estamos comunicando esta tarde con usted dado su buen comportamiento con nosotros para ofrecerle un gran beneficio. Queremos ofrecerle el día de hoy la posibilidad de que realice avances sobre su tarjeta de crédito de la cual tiene un cupo de X con una tasa preferencial del 1.4% solo por el día hoy.
Yo: Ah, muchas gracias, pero no estoy interesado.
Asesora: ¿Y por qué señor? Si se puede saber.
Yo: Bueno, porque no necesito el dinero en estos momentos...
Asesora: Pero señor, quizás puede necesitarlo más adelante... Mire que muchos clientes están aprovechando el beneficio.
Yo (con cara de confusión): Bueno, pero no necesito el dinero ahora. Si lo necesitara creeme que lo aceptaría, pero dado que no lo necesito no estoy interesado.
Asesora: Pero señor, mire que puede necesitar ese dinero en 6 o 12 meses
Yo: Bueno, en ese caso haré el avance en 6 o 12 meses.
Asesora: Señor, creo que no está entendiendo el beneficio que le estamos haciendo. Usted puede realizar el avance ahora para las compras de diciembre, de ese modo podrá ahorrar en intereses. (¿?)
Yo: Y si acepto el avance ahora ¿Qué se supone que haga con el dinero?
Asesora: Puede hacer el depósito en su cuenta de ahorros o corriente y tenerlo allí hasta diciembre.
Yo (ahora con mucha risa): ¡Eso no tiene sentido! ¿Para qué voy a hacer un avance por un dinero que no voy a usar y que me va a generar intereses?
Asesora: Permítame explicarle bien es que parece que usted no está entendiendo el beneficio que le ofrecemos... (¿¿??)
Yo: Ven, imagínate esta situación. Imagina que un cirujano plástico te llama a ofrecerte una cirugía para injertarte cuernos de vaca porque en 6 o 12 meses se van a poner de moda ¿Qué dirías tú?
Asesora (ahora notablemente molesta): Mire señor, si no está interesado dígamelo...
Yo (muerto de la risa): ¡Pero te lo he venido diciendo! ¡No estoy interesado! Pero tú me sigues insistiendo...
Asesora: Bueno señor que tenga buen día...

Lo siento mucho asesora, pero no se me ocurrió mejor metáfora para hacerte caer en la cuenta de que el beneficio que me ofrecías era absurdo.


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