Un alto en el camino

martes, abril 26, 2016

Hola... escribo porque estoy aburrido, porque me cansé de jugar videojuegos, porque estoy incapacitado, porque estoy aburrido y porque prefiero escribir que ponerme a leer la infinidad de libros que tengo disponibles en mi pequeña biblioteca y porque andar del cuarto para la sala y de la sala para el cuarto también me está hartando un poquito. Ah, y porque la prima Viviana Peña me "recordó" que hace rato no escribo nada.

Ganas no me han faltado y temas tampoco, pero es que no estoy como de ánimos. No creo que sea malparidez existencial pero si es como un hastío generalizado. Para que me entiendan, si vieron Naruto o Naruto Shipudden, me identifico con el personaje de Shikamaru. Soy muy talentoso, pero soy muy perezoso también y no me gusta el esfuerzo. Y eso no es nada bueno. La receta del triunfo es la perseverancia y realmente no se me da bien. Y pilas que no debería decirlo, pero es que me estrello con la realidad.

Mientras escribo esto recuerdo que cumplo 9 años de estar en Bogotá justo hoy. Hace 9 años llegué y pasé un resto de año duro, pero eso no viene ahorita al caso.

Estoy aburrido porque tengo rato que no salgo aparte del trabajo y de la U, porque mis finanzas están en alerta amarilla, porque no sé en que me estoy gastando la plata (no es en licor ni en mujeres, infortunadamente), porque de los dos mejores amigos que tenía ya no me veo ni me hablo con el uno, y con la otra tampoco es que lo haga con mucha frecuencia; estoy aburrido porque siento que faltan cosas en mi vida, y porque no me es fácil conseguirlas, así que ya busqué ayuda y estoy en el proceso.

Me cansé de jugar videojuegos porque el único que me llama la atención ahorita es League of legends y aunque me gusta mucho después de varias partidas me aburro, y eso que cuando duré 37 días sin internet sentí como una especie de síndrome de abstinencia con los videojuegos.

Estoy incapacitado porque al salir de mi trabajo el viernes 15, decidí salir a caminar para despejar la mente pero tuve la mala fortuna de que me torcí el tobillo. Iba por la calle 42, a 2 cuadras de donde vive Alexandra y pensaba en si debía llamarla o no, pero pensé que a lo mejor no estaba en su casa y era perder el tiempo. En el momento en que iba a bajar del andén y dar el paso vi que venía una moto dando la vuelta desde la izquierda, por lo que en vez de dar el paso largo que iba a dar di un paso corto con tan mala suerte que metí el pie en uno de esos huecos que se arman en el asfalto (#EsCulpaDePetro) y me torcí el tobillo. No sabía lo doloroso que podía ser eso. Fui de urgencias a eso de las 6 y pico y después del triage me vinieron revisando como a las 8:30 pm. Todo este tiempo que estuve esperando, estuve sin silla de ruedas por lo que me tocó brincar por la sala de urgencias en un pie. Me tomaron radiografías para lo que me prestaron la silla de ruedas, pero luego me tocó sentarme en una silla de la sala de espera, hasta que me encontré con otra silla de ruedas que vi por ahí de la que me adueñé hasta que me dieron de alta.

El médico me volvió a ver a eso de las 11:30 pm y me dijo que era un esguince y que debía tener el pie inmovilizado por 4 días y listo. Al intentar salir, no tenía forma por lo que un vigilante me ayudó con la silla hasta la calle y me acompañó a coger un taxi. Realmente a mi no me molesta estar solo la mayor parte del tiempo, pero en ese momento si me sentí un poco mal. Todos en la sala de urgencia estaban acompañados y pienso en si me llegara a pasar algo más grave, me tocará pasar solo en la clínica, o por lo menos hasta que mi familia de Santa Marta se presente. Esto me pone a pensar: yo planeó salir del país, si acá en Bogotá fue así, cómo sería en otro país.

Y no quiero leer ahorita porque aunque tengo libros interesantes no quiero ausentarme del momento aunque se comprobó que leer ayuda con la depresión, y ojo, no es que esté deprimido, y sé que si me pongo a leer me entretengo, pero es algo que no entiendo.

Yo pensaba que tomar las decisiones que he tomado no tendrían consecuencia pero todo tiene consecuencia, y la consecuencia ahorita es que debo hacer más esfuerzo del normal. Todo lo que hago tiene un buen propósito y nadie me va a regalar nada así que debo ponerme los pantalones, respirar profundo, apurar el paso (mirando al suelo para no meter el pie en otro hueco, pero también mirando al frente para saber a donde ir) y mentalizarme de que "esto también pasará".

Para terminar les dejo una canción que me gusta mucho y que me inspira, así que mejoraré la letra para que me entiendan.


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