¡Protesto!

sábado, agosto 04, 2012

Ser empleado tiene ventajas, pero también tiene muchas desventajas. Como por ejemplo, hacerle caso al jefe aún cuando no estés de acuerdo. Y eso me está pasando en mi actual empleo. Y como soy de los que uso la frase de Maya Angelou "Si no te gusta algo cámbialo. Si no puedes, cambia la actitud" intenté con mis compañeros de trabajo cambiarlo.

El asunto es que estamos trabajando en un edificio en el piso 28, y otros compañeros de la empresa están en el 15 a cargo de un director de proyecto diferente al nuestro. Un director de proyecto impositivo y con problemas para escuchar a los empleados. Es de esos jefes intermedios que se creen dueños de la empresa. Y dentro de sus creencias implantó medidas que me suenan ridículas. Por ejemplo, llevar corbata los viernes y no permitir lustrarse los zapatos en el edificio. Y podría ser algo normal, pero el caso es que en el sitio de trabajo eso no es una exigencia. Pero él considera que afecta la buena imagen de la empresa.

Lo peor es que nosotros no estamos bajo su cargo y por tanto no nos cobijaban sus medidad, así que los viernes ibamos con ropa casual y nos lustrábamos los zapatos en los cubículos.

Pero la envidia de los compañeros del 15 comprometió nuestros beneficios. Fueron a pedirle los mismos beneficios y nos usaron como ejemplo, la típica de "¿por qué ellos si y nosotros no?" y ahí fue cuando este director de proyecto movió sus tentáculos para imponer la medida sobre nosotros. Y eso es lo que nos tiene indignados.

Y entonces si quiere que llevemos corbata los viernes, llevaremos corbata los viernes como se ve a continuación:


La idea original era llevar unas camisetas con corbata estampada, pero a mi me parecía muy atrevida, así que les sugerí usar corbatas de este tipo. Y obtuvimos reacciones diversas, pero al final de cuentas no nos vió quién nos interesaba que nos viera. ¿Por qué?¿Por miedo? no lo se. Pero muchas veces sabemos que se comete una injusticia y no nos atrevemos a decir nada. Pasa con los servicios públicos, pasa con los bancos, y generalmente no tenemos el coraje para enfrentar las consecuencias cuando nos quejamos de alguien con más poder que nosotros.

Yo estaba dispuesto a subir al piso 15 y enfrentar al jefe que nos impuso la medida y a los envidiosos que nos delataron, pero mis compañeros no quisieron.

En fin, creo que seguiré llevando la corbata y ver hasta que punto se puede seguir haciendo eso.

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